“Peter Pan y Wendy” llegó este viernes y se sumó a una amplia oferta de clásicos animados con toques de modernidad tecnológica para un público que hay que seducir todo el tiempo.
Disney sumó un título más al catálogo de remakes de sus clásicos animados con el estreno de “Peter Pan y Wendy”, con el aliciente de ser realizados con actores de carne y hueso. Esta tendencia se consolida como el camino seleccionado por los estudios para acercarse a nuevas generaciones.
Es un movimiento que se impone en la grilla desde hace casi una década, las “live action” ya forman toda una categoría propia: el traslado de historias dibujadas a mano a un plano material o a uno digital e hiperrealista, a veces para reciclar las antiguas historias o para agregarle subtramas que atraigan nuevas audiencias.
Este camino de desarrollo de franquicias comenzó en 2014 con “Maléfica”, protagonizada por Angelina Jolie en la piel de la villana de “La bella durmiente”. Desde entonces, la búsqueda activa de rehacer sus clásicos animados no se detuvo.
“La Bella y la Bestia” (2017), “Aladdín” (2019), “El Rey León” (2019) y “El libro de la selva” (2016), son algunos de los títulos que fueron readaptados a esta modalidad y que oscilaron entre diversos éxitos de taquilla. Otras historias que se agregan a la lista son “La Cenicienta” (2015), “Dumbo” (2019), “Maléfica: Dueña del Mal” (2019) y “Cruella” (2021), también “Mulán” (2020), “La dama y el vagabundo” (2019), “Pinocho” (2022) y “Peter Pan y Wendy”.
La inversión en esta forma de reversiones tiene un futuro asegurado y lleva en proyecto más de una decena de títulos, algunos con fecha prevista de estreno, como el musical “La Sirenita”, que verá la luz a fines de mayo.
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